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Poeta, pintor, ilustrador, titiritero, activista político y maestro. Nació en Potosí el 20 de febrero de 1910 y murió en Caracas, Venezuela, el 16 de septiembre de 1988. Su madre, Antonia Luksic, fue una migrante yugoslava que le dio a Luis su apellido. Como el mismo Luksic relata, su padre, Isidoro Betancourt, no lo reconoció al nacer y lo conoció años después, cuando éste tenía 86 años. Luis Luksic estuvo casado con la escritora potosina, Paz Nery Nava, con quien tuvo un hijo, Carlos. Tuvo, después, otro hijo, Wladimir, fruto de la relación amorosa con Gladys Guevara, activista comunista venezolana con quien llegó a Bolivia a inicios de los años cincuenta. Estudió medicina durante un tiempo en Santiago de Chile a fines de la década de los veinte, y volvió a Bolivia hacia 1933. En la década de los cuarenta escribió artículos literarios en la prensa paceña. Durante este periodo ilustró varios libros de poesía y literatura boliviana, práctica que mantendrá durante las siguientes décadas tanto en Bolivia como en Venezuela. En este periodo también se dedicó a ilustrar tapas de discos de vinilo para la casa discográfica Méndez. En 1944 es acusado de ser parte de un complot comunista contra el gobierno nacionalista y es apresado en el cuartel Calama. En 1948 es nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, un cargo que ocupó durante poco tiempo debido a las presiones políticas que lo llevaron, además, a huir del país a finales de esa década. En el exilio, Luksic vivió en París y Londres. En París participó en el II Congreso Mundial de La Paz organizado por Pablo Picasso. Tuvo una exposición individual en París en 1949 y participó con la litografía “Mujeres indias” en la Exposition Hispano-Américaine, organizada también por Picasso en 1951. Hacia 1950 se instaló definitivamente en Venezuela. A lo largo de toda esa década Luksic realizó varias exposiciones en ese país, fue nombrado director de la Escuela de Arte Armando Reverón de Barcelona (Estado Anzoátegui) y fue profesor de Escenografía de la Escuela de Teatro del Estado Carabobo. Durante la dictadura de Marco Pérez Jiménez, Luksic viajó a Bolivia, donde también se encontraba su amigo y compañero de militancia venezolano, Aquiles Nazoa. En 1960 aparece en el programa de la televisión venezolana La imaginación es una loca que anda por los tejados, programa conducido por Nazoa. En 1967 participa en el que probablemente sea el experimento artístico venezolano más ambicioso de la época: Imagen de Caracas, cuyo manifiesto firma junto a otros importantes artistas de ese país. En Luksic, la literatura no puede ser pensada sin su vínculo con otras experiencias sensoriales. En este sentido, su labor como titiritero, ilustrador, muralista o cuentacuentos debe entenderse bajo la luz de su temprana militancia vanguardista y su interés en la literatura como una experiencia que trascienda al libro impreso. Hay muchas líneas que recorren su obra, desde sus inicios vanguardistas hasta sus últimos escritos. La búsqueda de una belleza popular que no sea condescendiente con lo que él llamaba “pueblo” fue el hilo conductor de todo su trabajo. También hubo en él un interés particular en la dimensión vivencial y psicológica del ego. Sus poemas tienden a centrarse en su propio ego, que a menudo se presenta como contradictorio, aunque establece una crítica, precisamente, a los modelos duales que lo considerarían contradictorio. Una línea que se deriva de la anterior es la que se instituye como un elogio de lo natural, entendido no como antónimo de lo artificial, sino como sinónimo de lo contradictorio, de lo orgánico. De ahí su culto a la naturalidad del cuerpo y los placeres corporales. De ahí también se deriva la influencia que desempeñó el materialismo dialéctico en su visión de la realidad y el arte. Entre los muchísimos artistas y escritores con los que Luksic tuvo alguna relación se puede incluir a Pablo Picasso, a los chilenos Pablo de Rokha y Volodia Teitelboim, a los venezolanos Aquiles Nazoa y Jacobo Borges y, entre los bolivianos, a Néstor Taboada Terán, Antonio Arze, Gil Imaná, Lorgio Vaca, Fausto Aoiz y Zoilo Linares. También es importante señalar la escuela que dejó entre generaciones más jóvenes, es el caso de la poeta boliviana-venezolana, Rita Valdivia, alumna suya, quien murió durante la guerrilla guevarista en Bolivia, y la poeta paceña Margot Silva Sanginés, militante comunista activa hasta la década del setenta. En 1926 Pablo de Rokha se refiere a Luksic como “el singular escritor boliviano-santiaguino, de una gran alcurnia poética” y Aquiles Nazoa dijo de su obra: “La cólera de los ardorosos vengadores del pueblo y las maneras más trémulas y humildes de ejercer el amor; la finesa de un niño y la fuerza de un gigante, se convulsionan en todo lo que hace Luis Luksic, lo mismo en sus grandes poemas murales que en las efusiones deslumbradoras de su pintura. Pocas veces se da, como en su arte, esa conjunción de gozo visual que nos sugieren en sus cuadros realizaciones de vitralista (más que pintor) y voluntad de expresar el mundo en términos de la más comprensiva claridad realista”. Néstor Taboada Terán recuerda: “Todas las noches esperábamos a los directivos del PIR cantando: ‘Somos la joven guardia que va forjando el porvenir’ y La Internacional: ‘el día que el triunfo alcancemos ni esclavos ni hambrientos habrán, la tierra será el paraíso de toda la humanidad’, que nos había enseñado mucho tiempo atrás el poeta y pintor Luis Luksic”. La obra escrita de Luksic comienza con Cantos de la ciudad y el mundo. Poemas 1932-1947 (La Paz, 1948), al que siguen 4 poemas-8 dibujos (La Paz-Caracas, 1953), El maravilloso mundo de los títeres (Caracas, 1963), Elogios a este paraíso terrenal en el que vivimos (Mérida, 1980), Un día el hombre hará correr un ferrocarril sobre un rayo de luz (Caracas, 1985) y Hamlet y El maravilloso mundo de los títeres (Póstumo, Caracas, 2008).
Giovanni Bello Gómez
Bibliografía consultada:
Aguirre, Ximena, Luis Luksic, atleta de los sueños (documental), La Paz, 2013.
Aguirre, Ximena, Tributo a Rita Valdivia. La lucha continua (documental), Puerto la Cruz-Venezuela, Centro de Arte David Suárez.
Álvarez, Waldo, Memorias del primer ministro obrero. Historia del movimiento sindical y político boliviano (1916-1952), La Paz, Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, 2016.
Bello, Giovanni, «Los cuadros falsos y los porotos ciertos de Luis Luksic y Pablo de Rokha», Revista Carcaj, 2018. http://carcaj.cl/los-cuadros-falsos-y-los-porotos-ciertos-del-boliviano-luis-luksic-y-pablo-de-rokha/
Blanco, Elías, Enciclopedia Gesta de autores de la literatura boliviana, La Paz, Plural, 2005.
Fundación Galería de Arte Nacional, Diccionario biográfico de las artes visuales en Venezuela, Caracas, 2005.
Galerie H. Tronche, Exposition Hispano-Américaine (Catálogo), Paris, Galerie H. Tronche, 1949.
Luksic, Luis, Elogios a este paraíso terrenal en el que vivimos, Mérida-Venezuela, Municipalidad de Mérida, 1980.
Luksic, Luis, Un día el hombre hará correr un ferrocarril sobre un rayo de luz, Caracas, Ediciones Derrelieve, 1985.
Selgas, Gianfranco, «Caracas especular: espectadores y espacios emancipados en la instalación audiovisual Imagen de Caracas», en Iberoamericana XIX, 72, Pittsburgh, 2019.
Taboada Terán, Néstor, «Mis recuerdos de Sergio Almaraz», en Almaraz, Sergio, Obra reunida», La Paz, Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, 2017.
Videa, Tamara, Tu cuerpo ajeno antes, ajeno siempre: obra poética de Margot Silva Sanginés, La Paz, Consejo Municipal de La Paz, 2020.
Autor: Giovanni Bello
Fecha de publicación: 2023.
