Reynolds, Gregorio (1882 - 1948)
Este autor también es conocido como Gregorio Reynolds Ipiña
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Poeta y diplomático. Nació en Sucre (Bolivia), el 6 de noviembre de 1882 y falleció en La Paz el 13 de junio de 1948. Trabajó en diversos ramos de la administración pública, principalmente en el Ministerio de Relaciones Exteriores, representando a Bolivia como cónsul en Jujuy (Argentina), y también en el Brasil, como primer secretario y encargado de negocios. Ejerció además los cargos de jefe de la Sección de Fomento del Ministerio de Gobierno y secretario de la Inspección General de Instrucción Secundaria. Fue rector de la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier (USFX) de Chuquisaca.
Formó parte de los redactores de la publicación La Mañana, que dirigía Claudio Peñaranda. Residió temporalmente en México, ciudad que, junto a Buenos Aires y Río de Janeiro, dejaron una clara impronta en su obra poética, a la cual Josep Barnadas (2002), califica como: «Una de las más prolíficas de la poesía boliviana moderna, no solo por su extensión sino por su variedad temática y formal. La ciudad, la metrópoli, es una de los escenarios centrales de su obra». Al respecto complementa Mitre (2021): «Sin exageración, puede decirse que hasta él no hay, en rigor, una poesía de la ciudad en Bolivia».
Ganó los Juegos Florales de la ciudad de La Paz, el año 2013, con su poema «El Mendigo». Su primer libro El Cofre de Psiquis (1918), contiene varios temas y motivos que se harán constantes en su obra posterior: la experiencia del tedio, el erotismo destructivo, la dimensión indigenista, entre otros; también contiene «La llama», uno de los sonetos más elogiados y difundidos de la poesía boliviana, texto que al llegar a manos del célebre Ezra Pound, (quien por motivos políticos se encontraba recluido en un manicomio de Estados Unidos), manifestó sobre Reynolds: «Éste es un gran poeta y nació poeta», según relata el Dr. José María Alvarado.
Por encargo del Congreso de Bolivia, escribió Redención, en homenaje al centenario de la independencia del país. El mismo Poder Legislativo le otorgó una pensión vitalicia (1941). Fue miembro de la Academia Boliviana de la Lengua. Autor prolífico, entre su obra poética destacan: Horas turbias (1923), Redención (1925), Prisma (1938), Beni (1942), Caminos de locura (1943), Tunari (1945) y Arcoíris (1948), entre otros. Tradujo en verso la obra de Sófocles Edipo, Rey (1924).
La crítica ha colocado a Reynolds, junto a Jaimes Freyre y a Franz Tamayo, en la cúspide del romanticismo boliviano. Sobre su obra, el crítico Juan Quirós (1984), destaca: «Sea en las composiciones mayores o en las de corte menor, cante al amor o a la muerte, un hecho o un personaje, nos encontraremos siempre en Reynolds con un poderoso aliento que las impulsa, con un temblor de la carne o del espíritu, con un incendio interior, con un arrebato que agota toda palabra, pujando tras la búsqueda de la expresión totalizadora. Místico a su modo, pagano hasta la médula, poeta maldito a ratos y a ratos satánico, se dieron cita en su arte todos los acordes y las notas más encontradas. Su canto es de una turbia raíz, pero también de un acento pleno de humanidad».
Bibliografía consultada:
Alvarado, José María, «Cómo conocí a Ezra Pound», en Presencia Literaria, La Paz, 6 de marzo de 1994, pp. 8-10.
Barnadas, Josep, «Reynolds Ipiña, Gregorio», en Diccionario Histórico de Bolivia, Sucre, Tupac Katari, 2002, tomo II, pp. 742-743.
Cáceres Romero, Adolfo, «Gregorio Reynolds (1882-1948)», en Nueva Historia de la Literatura Boliviana, Cochabamba, Kipus, 2012, tomo IV, pp. 53-65.
Mitre, Eduardo, «Gregorio Reynolds. La crítica de la modernidad», en Las páginas del árbol. Ensayos sobre poesía boliviana, La Paz, Plural, 2021, pp. 87-120.
Quirós, Juan, «Gregorio Reynolds», en Índice de la poesía boliviana contemporánea, La Paz, Gisbert, 1983, pp. 75-93.
Autor: equipo de la BPB.
Fecha de publicación: 2023.